jueves, 2 de abril de 2015

Onomatopeyas. ¿Sí o no?

Definitivamente yo digo NO. Y no porque no me guste que un cómic exprese los sonidos mediante ellas, sino porque considero que en ocasiones, la onomatopeya forma parte del dibujo. Y, por lo tanto, también es parte de la obra del dibujante o en su caso, de la persona que se dedica a añadirlas al dibujo.


De ahí que opte por no traducir las onomatopeyas. Además estamos hablando de un estilo de dibujo donde las expresiones corporales y faciales de los personajes son lo suficientemente claras como para que entendamos qué les ocurre sin necesidad de leer esa onomatopeya. Entonces, ¿por qué debería retocar con mis manos inexpertas el trabajo del dibujante (u onomatopeyístico (palabra patentada por mí mismo)), cuando eso supondrá también borrar o tapar parte del dibujo original?


Menudo dilema, ¿verdad? Onomatopeyas sí... onomatopeyas no... Creo que esta es de las entradas más tontas y cortas que he escrito para este blog hasta el momento, pero todo tiene una explicación. 

Estos días he aparcado (momentáneamente) a Raika, para comenzar otra aventurilla. Se trata de Jubilated Man, un nuevo blog donde narraré, a modo de diario, las aventuras y desventuras de un superhéroe jubilado que ha perdido sus poderes. Podéis echarle un vistazo ya que aunque se trata de una aventura narrativa, roza muy de cerca las típicas aventuras comiqueras. Se aceptarán comentarios, críticas, etc. Nos leemos.



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